Nada que celebrar 

Hoy 12 de octubre no tenemos nada que celebrar, este día nombrado Fiesta nacional, debería ser motivo de vergüenza para cada una de las ciudadanas del estado español.

Han pasado 529 años de la conquista y colonización española que supuso el saqueo, genocidio e invasión a los diferentes pueblos originarios de Abya Yala, 

Posteriormente- formó parte del colonialismo europeo- que se autoasignó la superioridad del conocimiento material e inmaterial; del saber, del ser, del poder y de la espiritualidad, en todos los órdenes de la vida, haciendo prevalecer la hegemonía del pensamiento moderno occidental al resto del mundo. Los otros conocimientos se consideraron subalternos y fueron excluidos, omitidos, silenciados e ignorados.

El colonialismo europeo deshumanizó a pueblos originarios de Abya Yala, africanos, asiáticos, de Oriente medio y en Oceanía, para implantar dispositivos de dominación como la esclavitud; la desposesión, apropiación y acumulación de los recursos naturales. También se impuso la evangelización y el castellano, el inglés o el francés como lenguas oficiales.

Hoy como ayer se gestaron y gestan formas y luchas revolucionarias de resistencia y liberación que las comunidades afectadas del Sur global presentan para combatirlas.

La colonialidad no terminó con la constitución de los Estados-nación del Sur que quedaron en manos de criollos y mestizos, que hicieron prevalecer el sistema colonial y racista hasta ahora vigente.

La colonialidad en la modernidad llega con empresas, ayudas para el desarrollo y la cooperación. Las transnacionales siguen expoliando los países del Sur, expulsando a sus habitantes, los pueblos originarios, persiguiendo, incluso asesinando a las personas defensoras de la tierra. 

Las industrias armamentísticas con sede en Euskadi y en el Estado español, son un negocio sin control. Las guerras empiezan aquí. La industria de la guerra nunca gozó de tanto poder e impunidad como el que tiene actualmente. Solo en el Estado español supone aproximadamente el 1,24 % del PIB, y genera en torno a 50.000 empleos. Pero las consecuencias de la guerra la sufren diariamente millones de personas, que se ven forzosamente a desplazarse de sus territorios.

El racismo bajo la concepción de la colonialidad del poder sigue teniendo vigencia con el sistema de control de extranjería y el negocio suculento y opaco de la migración. En las que unas vidas importan y otras son desechadas, en donde el Estado español sirve como muro de contención para frenar la migración forzada de miles de personas del sur global, que recorren rutas peligrosas como la Ruta Canaria para llegar a Europa, convirtiendo las islas en cárceles y reteniendo ahí a personas ilegalmente.

El racismo estructural, institucional y social; las políticas migratorias son necro políticas de la muerte y la exclusión. La colonialidad sigue vigente como sistema y patrón de poder, que sostiene de manera continuada, la inferiorización sistemática e institucionalizada de las comunidades diversas que migramos al norte enriquecido.

NADA QUE CELEBRAR, HAY MUCHO POR RECONOCER Y MUCHO POR DESCOLONIZAR Y REPARAR.

   SOS Racismo Nafarroa 

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