Texto de: www.naiz.eus La muerte del estadounidense de raza negra George Floyd a manos de un agente blanco en Mineápolis está provocando una convulsión mundial. En Iruñea ha hecho recordar el fallecimiento de Elhadji Ndiaye, senegalés que murió hace cuatro años en dependencias policiales de la capital tras una detención muy similar. La razón no fue aclarada.

Las imagenes de las protestas de los estadounidenses por la muerte de George Floyd, hombre de raza negra, a manos de un agente blanco en Mineápolis, están recorriendo el mundo. Este último episodio racista por parte de la policía no es nuevo en los Estados Unidos. Se asemeja, entre otros, al caso de Eric Garner que también falleció por asfixia en una actuación policial hace seis años. Y en Euskal Herria también tiene un antecedente reciente.

En Iruñea sigue fresco en la memoria el fallecimiento de Elhadji Ndiaye, hombre de origen senegalés que murió en octubre de 2016 en las dependencias de la Jefatura Superior de Policía de Iruñea después de ser arrestado en el barrio iruindarra de Arrotxapea. Así lo ha recordado la asociación SOS Racismo de Nafarroa a través de este tuit:

El Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) envió a la prensa un escueto comunicado en el que señalaba que la autopsia practicada al fallecido «descarta la presencia de signos de violencia». Nunca se pudo esclarecer al 100% la causa de su muerte y cientos de personas, convocadas por la comunidad senegalesa de Nafarroa y diversos colectivos sociales, denunciaron lo sucedido.
Sobre su detención en la calle Marcelo Zelaieta existen varios vídeos y del posterior traslado a la comisaría de la Policía Nacional española hay diversas versiones, tal y como recogió en su día el periodista de NAIZ Beñat Zaldua.

El relato policial tres días después del suceso aseguraba que, tras resistirse duramente a su detención, Ndiaye fue reducido y trasladado a comisaría, donde en un momento dado un policía se habría dado cuenta de que el arrestado no respiraba. Sin embargo, dos testigos que presenciaron en directo la detención y que prefirieron mantener el anonimato aseguraron a este medio de comunicación que la Policía se llevó al detenido ya inconsciente.

Explicaron que dos agentes de paisano dieron el alto a Ndiaye, que iba en moto y que preguntó por qué lo paraban. «El policía insistía en que se identificase y el chico respondía que por qué lo tenía que hacer», relató uno de los testigos, quien añadió que la tensión creció hasta llegar a las manos. Confirmó que Ndiaye se resistió fuertemente y que los tres acabaron en el suelo. Pero la versión cambia al llegar al final de la escena en Marcelo Zelaieta.

La afirmación policial recogida por la prensa dice que una vez en el coche se mostró menos agresivo. La versión de los dos testigos es otra: «Cuando llegaron los otros agentes lo inmovilizaron en el suelo sin problema. Durante un rato pudimos oír los gritos de dolor del chico, pero de repente, en un momento, se calló. Cuando lo subieron al coche estaba ya inconsciente, como muerto».